El embarazo en la adolescencia:
El embarazo es un evento con un enorme impacto psicológico y emocional, y no todas las mujeres lo viven de la misma manera, ni en todos los momentos de la vida. Desde un punto de vista psicoanalítico, la feminidad y la maternidad están asociadas a funciones complejas que requieren un proceso de construcción.
Sabemos que la adolescencia es una época de cambios en la que el sexo y el cuerpo juegan un papel importante. Por un lado está la madurez biológica, donde la persona pasa de un cuerpo de niño o niña a un cuerpo que ahora le da mucha diversión, además es fértil. Por otro lado, vemos que la mente adolescente opera de una manera peculiar que se acerca más a la puerilidad que a la edad adulta, lo que lleva al joven a pensar que es omnipotente, que nada le pasará y a preferir la experimentación.
La felicidad está por encima de todo. Los adolescentes tienen su primera experiencia sexual a pesar de tener la información sobre educación sexual, incluso tienen relaciones sin protección pensando que no quedarán embarazadas ni ningún otro peligro.
Las estadísticas muestran que alrededor de 16.000 adolescentes quedan embarazadas cada año. En México, en 2019, 77 adolescentes estaban embarazadas por cada 1,000 jóvenes de 15 a 19 años. Desde un punto de vista psicoanalítico, el embarazo adolescente, como todo fenómeno psíquico, no puede explicarse por una sola causa, cada joven que lo experimente tendrá una configuración diferente y le dará a su experiencia un significado especial.
Sin embargo, hay algunas ideas que nos llevan a tratar de entender qué pasa por la mente de los adolescentes cuando esto sucede. Donald Meltzer (1998) habla de las dificultades y la intensa ansiedad que acompañan el proceso adolescente, y en esta serie obligada hay muchas resignaciones y reordenamientos doloroso.